Arte, Cultura y Poesía – DOD Blueprint https://dod.mmediaweb.com Tue, 29 Apr 2025 02:03:40 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Los Pueblos Originarios – Honoring the Dead https://dod.mmediaweb.com/los-pueblos-originarios-honoring-the-dead/ Tue, 12 Oct 2021 18:39:41 +0000 https://dayofthedead.com/?p=3212  

Vigil of the Little Angels ceremony, Janitzio, Michoacán

Photo by Mary J. Andrade

Sept. 17, 2021- Nov. 22, 2021

The Mexic-Arte Museum is beyond proud to announce the recent acquisition of the The Mary J. Andrade Passion for Life, Day of the Dead in Mexico Photography Collection.

Mary J. Andrade is a prominent figure in the study of Day of the Dead and has documented the celebration in different states of the Mexican Republic from 1987 to 2016.

Mary J. Andrade, Cultural Advisor for the Disney Pixar Oscar Winning Movie “Coco,” began researching Day of the Dead in 1987 in Janitzio, Michoacan. Since then, Mary has covered a different state of the Mexican Republic each year, gathering information and taking photographs of the celebration of this pre-Hispanic tradition known as Day of the Dead, a tradition that has evolved through the centuries and has become an integral part of the Mexican spirit and culture.

The exhibit features photographs of various areas of Mexico and  how this age-old tradition is celebrated in distinct communities.

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Murales del Palacio de Gobierno de Tlaxcala: ‘Sacrificio y Gloria’ de Desiderio Hernández Xochitiotzin. https://dod.mmediaweb.com/murales-del-palacio-de-gobierno-de-tlaxcala-sacrificio-y-gloria-de-desiderio-hernandez-xochitiotzin/ Tue, 14 May 2019 21:49:47 +0000 http://dayofthedead.com/?p=3062 Entrevista y fotos por Mary J. Andrade

El maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin muestra uno de sus bosquejos

En octubre de 1992 fui recibida en el hogar del pintor y muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin y de su esposa Lilia. Pasé varias horas con ellos. Escuché su historia, sus experiencias a lo largo de su vida y su entrega a plasmar en los murales del palacio de gobierno la historia del pueblo tlaxcalteca, una historia tergiversada, como él lo expresaba así. Es una entrevista que no pierde vigencia por los conceptos por él vertido. Él falleció el 14 de septiembre de 2007, pero sus hijos y los guías continúan difundiendo la historia del estado, tal como él la pintó en los murales, constantemente visitados por nacionales y extranjeros. Esta entrevista fue publicada en el periódico La Oferta el 5 de junio de 1993.

El maestro observa atentamente al equipo de grabación

“Estimados paisanos tlaxcaltecas, los saluda desde su estudio Desiderio Hernández Xochitiotzin. Estamos en plena campaña política, se acerca el 15 de noviembre, día de la votación. Recordemos nuestra conciencia histórica que desde los Cuatro Señoríos Tlaxcaltecas, los 30 caciques menores y los 222 electores, desde el pasado prehispánico ellos ejercían su voto. Tlaxcaltecas recordemos esta Gloria y votemos. ¡Yo voy a votar!”

Apoyado en el caballete con los pinceles en su mano derecha, el maestro Xochitiotzin tranquilamente dirige su mensaje a sus conciudadanos, mientras las cámaras de televisión lo enfocan.

A un costado de la sala, sentada en un sofá, sigo atentamente el desarrollo de las tomas, mientras espero que terminen para poder iniciar con él una entrevista por largo tiempo esperada.

Mi visita a Tlaxcala coincidió con la cercanía de las elecciones estatales. Al pintor y muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin, uno de sus preclaros ciudadanos, se le solicitó apoyo a través de un mensaje televisado, para animar a los tlaxcaltecas a ejercer su responsabilidad y derecho al voto.

El muralista revisa sus notas

El maestro Xochitiotzin es conocido a nivel internacional por sus pinturas y, en particular, por haber plasmado en los muros del Palacio de Gobierno de la ciudad de Tlaxcala la historia de su pueblo, una historia que reivindica a los tlaxcaltecas.

Dos años antes, en una visita rápida que hice a Tlaxcala, tuve la oportunidad de contemplar los murales pintados por él. Después de recorrer la planta baja y subir las escaleras, busqué ansiosamente su figura en el andamio colocado en el piso superior pero no estaba, había terminado su jornada diaria y se había marchado a su casa.

El maestro Desiderio inicia su día de trabajo

Ante la imposibilidad de hablar con el maestro Xochitiotzin en aquella ocasión, me dediqué a fotografiar los murales. Regresé a Puebla, prometiéndome hacer todo lo posible, para establecer el contacto que me garantizara la oportunidad de entrevistarlo.

Con el objetivo de investigar la celebración del Día de los Muertos en Tlaxcala y gracias a la intervención del Profesor Pedro Ángel Palau, Director de Promoción Social y Cultural del Ayuntamiento de Puebla, quien arregló nuestro encuentro, pudimos llegar hasta el maestro Xochitiotzin. Nuestra primera entrevista coincidió con la grabación del video.

Es fácil conversar con él, su trato amable, abierto a las inquietudes de quienes se le acercan, sin poses ni actitudes, hacen que la comunicación se establezca inmediatamente, matizada de comentarios alegres.

Desiderio Hernández Xochitiotzin nació el 11 de de febrero de 1922 en el pueblo de Santa María Tlacatecpac, en San Bernardino Contla. Cuando tenía un año de edad, sus padres, don Alejandro de la Cruz Hernández de la Rosa y doña Natividad Xochitiotzin, cambiaron su residencia a Puebla. En esa ciudad, Desiderio Hernández Xochitiotzin realizó sus estudios de primaria, mientras ayudaba en el taller de hojalatería y herrería artística que su padre estableció.

Su estudio ocupa toda la planta baja de su casa

Mientras asistía a la escuela por la mañana, por las noches estudiaba dibujo, geometría, perspectiva y anatomía en la Academia de Bellas Artes en Puebla.

Su inclinación al arte lo motivó, para que junto con otros pintores formara en 1940 la Unión de Artes Plásticas en la Ciudad de Puebla, en el lugar donde más tarde se conoce como el Barrio del Artista, siendo él uno de sus seis fundadores.

Mientras desarrollaba su labor con su padre, su vocación se afianzó decidiendo, en 1947, dedicarse profesionalmente a la pintura.

– ¿Qué lo impulsó a tomar esa decisión, maestro Xochitiotzin?

– Profesionalmente considero que comencé a vivir de la pintura a la edad de los 25 años cuando me casé y dejé la artesanía artística a la que me dedicaba en el taller de mis padres.

– Mis inquietudes artísticas se remontan a mis primeros años de edad. Mis padres conservaban mis cuadernos escolares y recuerdo que me castigaban en la escuela porque convertía las letras en muñecos y porque les ponía ojos. Ya entonces pintaba en los trabajos manuales. Al terminar la primaria pensé en ser arquitecto, pero fue entonces que entendí que para estudiar esa carrera tenía que estudiar la secundaria y preparatoria y luego ir a México. Yo era el mayor de 11 hermanos y vivíamos en Puebla, refugiados de la Revolución, y fue allí donde experimenté el dolor de ser llamado ‘traidor’, ‘hijo de indios’, ‘refugiado’, todo esto me llevó a la conclusión de que no podría llegar a ser arquitecto.

Hay tristeza en sus palabras, pero esta queda atrás al continuar con sus recuerdos.

Don Desiderio junto a su esposa doña Lilia Ortega

– Después de enfrentarme a muchas dudas e incertidumbres, al casarme decidí probarme y darme un plazo de cinco años. Mi esposa, Lilia y yo, empezamos a sufrir y a gozar, con las consecuencias de mi afán de dedicarme a hacer lo que verdaderamente me atraía. Casi enseguida comencé a tener contacto con los grandes maestros y mi obra se distinguió, al mismo tiempo me dí cuenta que sí podía dedicarme a mi arte, pero que nunca llegaría a ser rico, ya que soy un hombre de ideas y que por mis principios en muchas ocasiones me voy contra la corriente.

– ¿Cuál es su proceso de creatividad?

– Para comenzar, le diré que siempre he trabajado en lo que me gusta. Cuando hago las cosas con facilidad siento que termina el artista y comienza a nacer nuevamente el artesano, ya que en mi concepto todo lo que se hace fácil es peligroso.

Palacio de Gobierno de Tlaxcala.

– En todo trabajo debe existir un proceso, el tema lo proyecta uno con todos sus detalles, pero no se sabe cómo va a terminar. Esa aventura en la realización es importante. Cuando se sabe cómo va a terminar exactamente un cuadro, ya uno está amolado. Hay que cambiar de rumbo, porque en ese instante uno se convierte en artesano. El artesano sabe exactamente cómo se hace una silla y cómo quedará esta. El artista en cambio debe tener una nota de aventura, de emoción, que durante el desarrollo surja algo en lo que no haya pensado y que al final llegue a formar parte del todo.

A partir de su decisión de independizarse y dedicarse a la pintura, el maestro Xochitiotzin se fue abriendo caminos a través de exposiciones, contacto con otros artistas de renombre, trabajos de investigación y reconocimiento de pintores como Agustín Arrieta.

El maestro reconoce que la primera idea de pintar los murales en el Palacio de Gobierno no surgió de él. Un domingo de enero de 1953, en la ciudad de Tlaxcala el poeta y dramaturgo Miguel N. Lira le propuso pintar un mural en el Palacio de Gobierno que narrara la historia de Tlaxcala.

– ¿Cuál fue su reacción ante esta propuesta?

– La verdad es que no le hice caso, le dije que sí, pero no lo tomé en serio porque yo conocía algo de ese complejo mundo y sabía sobre todo que pintar un mural cuesta mucho, ya que hay de por medio trabajo de albañilería, de investigación, de materia prima, de andamio, por ello no le presté mayor atención.

Sin embargo la semilla estaba puesta y el Maestro Xochitiotzin inició sus estudios de investigación sobre su tierra natal.

El muralista con su ayudante

La propuesta del Lic. Miguel N. Lira, escritor, editor y poeta se basó en su conocimiento en el trabajo del maestro, sobre quien comenta que “es dueño de sensibilidad muy propia que desarrolla con ironía, con sátira, enfrentando la vida a la muerte y a lo gracioso. Xochitiotzin ha conseguido explorar el alma escondida del mexicano y la ha propuesto a los ojos de todos en sus recodos más enraizados…”.

Las actividades artísticas y docentes del maestro Xopchitiotzin continuaron afianzándolo en su ascenso. Sus inquietudes intelectuales lo llevaron fuera del país, viajando por Europa en 1953 y regresando a México, a entregarse a “lo suyo”.

En 1957 volvió a Tlaxcala para radicar definitivamente en su estado, iniciando ese año su trabajo pictórico en los muros del Palacio de Gobierno.

– ¿Cuál es el objetivo de su obra?

Las guerras floridas

– He realizado esta obra con el propósito de dignificar la historia de Tlaxcala. Como su título lo explica con toda claridad es “Historia de Tlaxcala y su Aportación a los Mexicanos”. No es la historia aislada de Tlaxcala, sino que es la historia de Tlaxcala relacionada con la nación.

–Mi obra es la dignificación histórica de nuestra tierra, por eso es que he andado con mucho cuidado, todo lo que he pintado tiene un respaldo de trabajo, de estudio de defensa histórica. Son años de dedicación a lo que llamaría mi sacrificio y gloria.

–¿Por qué sacrificio y gloria, maestro?

–Es gloria para mí porque es la obra que más quiero y a la vez la que más me ha hecho sufrir, sin embargo, ambos sentimientos van unidos. Nada, por simple que sea, trae felicidad total, ya que junto a la felicidad va el dolor.

–¿Cuáles son los elementos que hacen que llame a esta obra su sacrificio?

–Señalaría los primeros escollos a los que tuve que enfrentarme, que son muy lógicos. Cuando empecé a pintar los murales era muy joven y lógicamente yo había seleccionado el Palacio de Gobierno. Para empezar, hay que reconocer que la historia de Tlaxcala es muy compleja, muy calumniada y a la vez inexplicable. Está llena de lagunas. Entre nosotros mismos no iban a permitirme que pintara cualquier cosa. Los primeros escollos los sentí entre la Sociedad Cultural de Tlaxcala y la Sociedad de Historia y Literatura. Ellos me dijeron que no, cuando les presenté los programas generales. Sin embargo, nunca presenté programas específicos porque era imposible, ya que me hubiese tenido que pasar la vida haciendo historia de Tlaxcala literalmente. Cada fragmento que localizaba lo presentaba y lo pintaba, de esa manera es que he podido llegar a donde he llegado.

El muralista se siente orgulloso de haber proyectado una imagen diferente y de haber contribuido a levantar el orgullo, entre sus conciudadanos, de ser tlaxcalteca.

Para el maestro, entre muchos aspectos importantes de su obra estuvo su necesidad de documentar correctamente a la sociedad en tres aspectos fundamentals: “el mundo civil con sus jararquías, el mundo militar y el mundo religioso…”.

Al enfocar el aspecto étnico recuerda algo desagradable que le sucedió en el Palacio Nacional:

–Una vez visitando los murales del maestro Diego Rivera, vi que un guía conducía a un grupo de turistas a quienes hablaba en inglés. Me surgió una duda y me acerqué al guía una vez que había terminado con su grupo; le hice mi pregunta. Su respuesta fue: ‘Yo no trabajo para indios’. A mí no me ofende que me llamen indio, al contrario me identifica, pero su expresión despectiva se me quedó grabada, tanto que cuando tuve la oportunidad de pintar los murales pensé de inmediato de poner letreros en los frescos, para evitar que una situación como la que le cuento pudiera suceder. Así es que por eso he puesto texto en los frescos y todavía más, la parte de arriba en náhuatl y la de abajo en español, para que nuestro pueblo vea que las lenguas náhuatl y castellano están a la par, que deberíamos ser bilingües, reconociendo nuestra lengua nativa.

La mención anterior se encuentra en el libro publicado por el Gobierno de Tlaxcala, Secretaría de Turismo, titulado… “Comentarios a los Murales del Palacio de Gobierno”.

Definitivamente, con los murales se inicia una nueva etapa en la historia actual de Tlaxcala y del tlaxcalteca.

Una tarde, después de hablar con el maestro Xochitiotzin, volví al Palacio de Gobierno para observar detenidamente los murales. Congregados en el piso inferior y en las escaleras habían varios grupos de visitantes que eran conducidos por guías, quienes explicaban el significado de cada una de las partes de los murales. En sus voces se sentía la satisfacción de exponer dignamente la historia de su pueblo.

Los murales representan para el maestro Xochitiotzin alrededor de cuatro años de trabajo realizado plásticamente en la pared, pero la obra consta como se mencionó anteriormente, del trabajo de investigación histórica, arqueológica, cronológica, etc. Estos trabajos fueron realizados fuera de programa, tiempo y presupuesto. Son años de investigación ardua y profunda, ya que él ha puesto mucho cuidado para que no puedan ser rebatidos.

Reconocido por historiadores de arte, poetas, pintores, ellos expresan sus sentimientos de diferentes maneras. Para Milena Kopritza, Historiadora de Arte, “La obra del Maestro Xochitiotzin, en mi concepto representa un canto del pueblo. Simboliza la voz de un hombre que ama entrañablemente a los suyos y que lo manifiesta cotidianamente en el acto amoroso de pintar, al que se entrega cabalmente…”.

De 1957 a 1968 el pintor concluyó 285 metros cuadrados de pintura de los murales, utilizando la técnica de fresco. Esta parte de los murales se denomina “Tlaxcala prehispánica”.

Entre 1967 y 1968 realizó los estudios y pintó el mural denominado “La Conquista”, y entre 1987-1988 pintó “El Siglo de Oro Tlaxcalteca”. Estas obras forman parte del programa mural: “La Colonia”. En 1990 dio comienzo al mural “Del Siglo de las Luces al Porfirismo en Tlaxcala y México”.

La obra mural pintada en el piso inferior y a lo largo de los muros ascendiendo por la escalera y será completada en el corredor superior. Allí el maestro pintará lo que él llama “Lo Mexicano”, que “es lo que está sobre todo lo anterior, lo que está cimentado en la raíz y lo que será la puerta al México eterno, la revolución armada y la institucional”.

Su obra de historiador, humanista, escritor, pintor de caballete y orador continúa creciendo al margen de los años de dedicación a pintar los murales. Sus cuadros se han exhibido con éxito tanto en su país como aquí en los Estados Unidos, España, Venezuela y otros lugares.

Conferencista incansable, lleva su mensaje a las aulas universitarias al igual que a otros lugares a través de los diferentes medios de comunicación.

El maestro Xochitiotzin es conocido en todos los círculos intelectuales, políticos y sociales. Caminar con él por el centro de la ciudad de Tlaxcala, al igual que por las calles de pequeños poblados, equivale a irnos deteniendo cada cierto tiempo para que él conteste el saludo cariñoso y a la vez respetuoso de sus amigos.

Precisamente nuestro recorrido por Ixtenco, al detenernos en una vivienda humilde para solicitar permiso para ver un altar de muertos que habían levantado, el dueño de la casa quien no conocía personalmente al maestro, se mostró complacido de enterarse quién era, pues tenía proyectado buscarlo para solicitar su ayuda sobre un problema que se le había presentado en la reconstrucción de una de las Iglesias del pueblo.

Es parte de la naturaleza del maestro Xochitiotzin prestar atención a los problemas que surgen en las diferentes comunidades y actuar como intermediario, ya que su voz es escuchada por igual por los habitantes y las autoridades.

Para mí, el compartir varias jornadas de trabajo con el maestro fue un privilegio y una experiencia valiosa el convivir con alguien como él.

Viajero incansable dentro y fuera de su país, el muralista tlaxcalteca ha experimentado de cerca la realidad del hispano en los Estados Unidos. Para ellos su mensaje es claro y directo:

“Busque sus raíces autóctonas…”

– !Busquen sus raíces, sin pedir prestado nada a nadie, ni a los aztecas, ni al águila, ni a la serpiente emplumada, ni a Cuauhtémoc! Tienen que vivir su propia realidad histórica. Hay suficientes raíces en cada uno de los lugares donde viven hispanos en los Estados Unidos, son esas raíces las que deben aceptar y desarrollar.

–Si yo viviera en esa franja que no es EE.UU. ni es México, que es una zona saqueada, buscaría allí las raíces autóctonas, las raíces novo-hispanas, ya que allí llegaron los españoles y también los frailes con sus errores y aciertos.

–Los que viven allí, que traten de tener su tierra, porque ya es de ellos, allí viven, allí nacieron, allí tienen sus montañas. Esa es su realidad, la que deben vivir.

Su Mirada directa y su voz cálida proyectan sus convicciones humanísticas. Y el hombre, amante de su tierra y de sus costumbres es igualmente capaz de emocionarse al contemplar el profundo significado de la muerte, de su paso y su legado en este plano terrenal.

Para el maestro Xochitiotzin el major homenaje que se le podría hacer a su memoria después de su transición, sería a través de un altar de muertos, colocando su caballete, pinceles y una de sus pinturas, junto a su retrato. Al hacer esta descripción su voz se ahoga en su garganta.

Durante la celebración de muertos, junto al altar en su casa, se encuentra la guitarra de su hijo José Guadalupe, un músico, al recordarlo enjuga una lágrima en mudo homenaje, al igual que por tantos amigos que le dieron su apoyo y lo motivaron a tomar los pinceles para pintar su obra más querida, aquella que cataloga como su sacrificio y gloria, y que lo ha colocado en los libros de historia como el último gran muralista de México.

Esta entrevista fue publicada el 5 de junio de 1993, en el semanario “La Oferta” que circula en San José, California.

El 14 de septiembre de 2007, el muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin falleció en la ciudad de Tlaxcala, dejando a su estado, a su país y al mundo el legado de una obra pictórica en la que a través de su arte narra la historia de su estado.

La reproducción de esta entrevista, en este portal, es un pequeño homenaje al amigo que generosamente compartió conmigo varios días de jornadas, visitando diferentes poblaciones para mostrarme la celebración de una de las tradiciones más hermosas: del Día de los Muertos en Tlaxcala.

Libros de consulta que se usaron: “Carnaval de Contla”, Desiderio Hernández Xochitiotzin; “Comentarios a los Murales del Palacio de Gobierno, Desiderio Hernández Xochitiotzin, Gobierno del Estado de Tlaxcala, Secretaría de Turismo; “Xochitiotzin, Su Vida y su Obra”, Luis Nava.   

Call To Action

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José Chávez Morado una leyenda del muralismo mexicano https://dod.mmediaweb.com/jose-chavez-morado-una-leyenda-del-muralismo-mexicano/ Mon, 22 Apr 2019 20:39:02 +0000 http://dayofthedead.com/?p=3018 Entrevista y fotos por Mary J. Andrade

En septiembre de 1993 entrevisté al Maestro José Chávez Morado en su casa-museo en Guanajuato. El 4 de diciembre del mismo año, la entrevista fue publicada en La Oferta. La conversación que mantuve con él, su sencillez compartiendo sus experiencias, vivencias y añoranza de su esposa la pintora, Olga Costa, permanecen en mí. La obra del maestro está presente en un sinnúmero de museos en México. Considerando los conceptos que él compartió conmigo y el privilegio de haberlo conocido he decidido publicarla nuevamente en estas páginas que recogen artículos de arte, historia y de la tradición y celebración del Día de los Muertos en México.

Maestro José Chávez Morado

A sus 84 años de edad, con su figura erguida, envuelto en la tristeza honda que nace de él, el pintor y muralista José Chávez Morado impone a simple vista. Y no es que él se proponga causar esa impresión, sino que esta se proyecta al abrirnos la puerta de su residencia.

Minutos más tarde esa primera impresión va desvaneciéndose ante su callada amabilidad. Al inicio de la entrevista es él quien interroga y una vez satisfecha su necesidad de saber, cómodamente sentado en su mecedora, vuelve la mirada al pasado. Sus recuerdos van hasta el momento en que siendo un adolescente tomó la decisión de viajar “al norte” en busca de aventura, para terminar trabajando como bracero en los campos de California.

El núcleo del movimiemo muralista mexicano lo forman Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiro y Rufino Tamayo. José Chávez Morado es una de las leyendas vivientes del muralismo mexicano que pertenece al Segundo grupo de pintores que incursionan en él usando su trabajo como una forma de plasmar un mensaje patriótico, dejándolo a la posteridad.

La reconocida pintora Olga Costa.

El Maestro Chávez vive en la ciudad de Guanajuato, afectado por la muerte reciente de su esposa y compañera de toda su vida, la pintora Olga Costa, pasa sus días dedicado a continuar creando obras que son una ratificación de su estilo y técnica implantadas hace mucho tiempo. Entre ellos la integración del mosaico italiano con alto relieve en el diseño de sus obras monumentales. Ejemplo de esta técnica es el edificio de energía atómica en la Ciudad Universitaria.

José Chávez Morado nació en Silao, Guanajuato en 1909 allí estudió la primaria, ya joven trabajó en las oficinas de la compañía de electricidad al igual que en el Express. Luego, el mundo se le hizo chico, tomó el tren y viajó a los EE.UU.

“El Norte”: una experiencia formativa

En esos años no se necesitaba pasaporte para entrar, solo tuve que apuntar mi nombre. Viajé con un amigo, él se regresó a los seis meses, yo me quedé cinco años.

Para un joven de 17 años la decision de “ir al norte”, era como el inicio de una aventura.

Cuando uno es joven no sabe exactamente lo que quiere. Y lo que para mí era una aventura se convirtió en una experiencia que no fue ni buena ni mala. Sí fue pesada. Yo era muy joven y anduve de un lado a otro, estuve tanto en el norte como en el sur dc California. No me gustó vivir en Los Ángeles y me puse a trabajar en el campo ‘piscando’ naranjas y otros productos. Aprendí a podar árboles, fui un bracero…

Sus palabras fluyen rápidamente bajo el calor de los recuerdos de aquella experiencia, todavía fresca en su memoria.

En esa época (1926-1931), en California no había el racismo que ahora existe. Era un lugar muy hermoso. Eso sí el trabajo era duro y escaseaba, allí me agarró la crisis del 29 y 30, sin embargo yo sentía que los mexicanos siempre estábamos en crisis. Recibíamos menos que otros braceros. Por cortar naranjas y llenar un cajón casi tan grande como una mesa, nos pagaban 7 centavos. Teníamos qua sudar tremendamente para ganar entre dos y tres dólares, y con eso no se compraba mucho…

Un contratista mexicano, porque también los mexicanos explotan a sus paisanos, consiguió un contrato de trabajo y tomó dos braceros, yo fui uno de ellos, para asegurarse de contar siempre con nosotros nos dio vivienda en el sótano de su casa.

Con el transcurrir del tiempo ¿cómo ve el Maestro Chávez esos años que pasó en varios lugares de California?

Oleo del Maestro Chávez Morado.

Aquello fue una experiencia formativa, yo era un chamaco cuando me fui y cuando regresé a mi patria ya un hombre qua conocía las cosas positivas y negativas de la vida, que había experimentado la forma de vida de otro país y las injusticias que se cometen en los campos.

– ¿Influyó esa experiencia en su pintura?

No creo. Aunque asistí en Los ángeles a una academia de arte por una corta temporada, el tiempo que pasé en EE.UU. no influyó para nada en mi trabajo.

Durante mi estadía en Los Ángeles decidí asistir a una escuela que en aquella época se llamaba de Americanización. En ese entonces se deseaba que los inmigrantes se nacionalizaran, yo no estaba interesado en eso, lo que quería era aprender inglés. Un día una de las profesoras vio mis dibujos, se los mostró a la directora de la escuela y ella a su vez los llevó a una escuela de arte. Les interesó y me concedieron una beca.

A cambio de sus estudios, el joven Chávez Morado tenía que barrer los salones, de modo que terminaba sus faenas casi a media noche.

El Sistema de enseñanza en el salón en aquella academia era complicado, ya que la modelo estaba al fondo y luego había un hemisciclo que iba subiendo. Los estudiantes que estaban abajo en los primeros lugares podían ver major y el professor los atendía, en cambio los que estábamos arriba no veíamos bien y el maestro nos prestaba poca atención. A eso se  unió las largas horas de trabajo, por lo que terminaba exhausto, ya que yo era un muchacho de brazos débiles, que no estaba acostumbrado a trabajar todo el día, para luego al final de clases, tomar una escoba y barrer los salones. Yo no provenía de una familia de campesinos, la mía era de close media educada, donde axistían libros antiguos que habían pertenecido a mi bisabueIo, a mi abuelo y a mi padre. Desde muy temprana edad yo dibujaba, todavía tengo dibujos del año 25 cuando estuve allá.

Regresa a México

Oleo del Maestro Chávez Morado.

Aquella elapa de la vida del Maestro Chávez Morado terminó en 1931 cuando regresó a la casa de su padre. Él le puso una tienda de abarrotes para que trabajara en su propio negocio, pero como pasaba todo su tiempo dibujando, éste no prosperó y terminó por cerrarlo en menos de un año.

Entonces me fui a México y entré a estudiar en la escuela nocturna de lo que es actualmente la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Tenía que trabajar durante el día y encontré que la caricatura era la forma de ganarme la vida. Paco a poca fui estableciendo conexiones, iba de una oficina pública a otra dibujando caricaturas de los empleados, por ellas me pagaban 1 peso y cincuenta centavos. Así me sostuve por dos años.

Después conocí a personas que trabajaban dando clases de dibujo en Ia Secretaría de Educación Pública y conseguí una clase. Hice dos carreras al mismo tiempo, porque me formé como pintor y a la vez enseñaba. Llegué a ser director y formador de instituciones. Fueron 33 años de ese trabajo en el cual felizmente fui creativo y no me volví burócrata.

Su estilo auténticamente mexicano

El Maestro Chávez Morado perteneció a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), al Taller de Gráfica Popular y al Frente Nacional de Artes Plásticas. Enseñó materias de su especialidad y fue inspector en escuelas en la SEP y la UNAM; dirigió la Sección de Enseñanza Plástica del lNBA y fundó y tuvo a su cargo el Taller de Integración Plástica (1950) y la Escuela de Diseño y Artesanías (1962-1966).

Mi pintura no refleja nada de los EE.UU. Cuando me inicié era la época en la que influían en los jóvenes artistas los murales que habían pintado años antes Diego, Orozco, Siqueiros y otros. De modo que para mí, lo que encontré fue un México que yo no conocía.

Nuestra capital en la década de los treinta era una ciudad muy bella, su cielo era azul y limpio y existía una gran seguridad en sus calles, incluso los pobres podían comer. Ahora todo ha cambiado.

Placa que aparece a la entrada del Museo

Aunque estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, el Maestro José Chávez Morado se considera un autodidacta, como pintor y grabador. Entre sus trabajos destacan: “La tragedia de las cinco de la tarde”, “Los Tragaquintos”, “Los hambreadores” y otros que siguen la escuela de Posada. Algunos de sus óleos recogen escenas callejeras que fueron parte de la Ciudad de México entre 1938 y 1945: “El Tragafuegos”, “Los vendedores de piñatas”, “Toritos”, “Danzantes y Procesiones”, son algunos de sus cuadros.

Cuando empecé no habían galerías, los pintores vendían en sus casas. El único que tenía clientela porque era conocido internacionalmente era Diego. Después se abrió una que todavía existe, que se llama Galería de Arte Moderno que abrió caminos a muchos artistas. Aunque yo era un principiante recibían mis dibujos.

Me casé con una gran artista que acaba de morir, se Ilamaba Olga Costa. El museo que está al frente lleva su nombre y el mío.

El Maestro hace referencia a la torre y sus pertenencias artesanales y artísticas que la pareja donó al pueblo de Guanajuato, en abril dc este año.

Dicha torre, una construcción de las que llamaban Torres de Noria, originalmente tenía como función pinncipal la de captar agua de los arroyos, para elevarla con malacate y conducirla por medio de acueductos a los patios de beneficio donde se molía el mineral con plata. La ex-hacienda de Guadalupe donde está la torre, hoy Museo Olga Acosta y José Chávez Morado, inició labores en el siglo XVIII, las que se suspendieron a partir de la Guerra de la Independencia.

Fue adquirida, restaurada y adaptada para ser hogar y taller por el matrimonio, agregándole habitaciones y haciéndole un nuevo jardín.

Olga y yo nos auto-formamos. No tuvimos profesores importantes, lo que veíamos nos inspiraba. Además, en ese tiempo había una corriente muy importante que ahora se niega: que es la observación de lo que uno ve alrededor, ya sea las costumbres, la gente, la belleza de los mexicanos.

A

El Maestro Chávez Morado toma un descanso

ntes de esa época el arte mexicano sobre todo de finales del siglo XIX, al igual que en otras partes, era may afrancesado. Fueron los artistas de las décadas de veinte y treintas los que rompieron esta dominación de un arte que era bueno, pero no era nuestro. Era una manera distinta y esa fue mi formación: la observación de lo que ocurría a mi alrededor, plasmándolo en el lienzo.

No podemos hablar de nacionalismo, pero sí de un arte de México. Es un estilo que incluso creó interés en otros países, el Modernismo Mexicano fue la influencia que tuvieron los norteamericanos durante la crisis del 30, cuando Roosevelt dio trabajo a los artistas porque no tenían que comer.

Esa crisis fue tremenda, no me tocó, pero vi maestros de universidades en las calles de Los Ángeles, con un letrero que decía ‘Soy professor universitario, cómpreme una manzana.

Parece que la historia se repite que el Maestro Chávez Morado está describiendo escenas actuales. La recesión económica en los EE.UU. ha llevado a muchos desamparados a pararse en las esquinas de las grandes ciudades con un cartel que dice: “Busco trabajo a cambio de un plato de comida”.

Durante los años que Olga y yo vivimos en la Ciudad de México nos dedicamos también a viajar, fuimos a Asia, Europa, al mismo tiempo que exponíamos nuestros trabajos en muchos lados.

Obras monumentales

En la obra del Maestro Chávez Morado constan también los paisajes urbanos y campestres y excelentes retratos, en especial su autoretrato. Sin embargo, se especializó en realizaciones monumentales, que él no los llama murales porque algunas veces no están sobre muros.

Pocos días antes de esta entrevista él acababa de hacer una marquersina, que pesa alrededor de 13 toneladas, en bronce de ocho colores. Los trabajos no son hechos por él completamente, ya que se trata de una labor de equipo, siendo él quien diseña y contando con el apoyo de ayudantes que hacen el relieve, junto con los fundidores. Para el Maestro Chávez Morado sus obras son como “un teatro sin cortinas”. Su trabajo ha llegado a un punto donde el mural deja de ser pintura y se convierte en escultura, combinando una técnica de alto relieve y acabado.

“El niño muerto” óleo de Olga Costa.

Ni Olga ni yo conocimos América del Sur, excepto Perú donde estuve una vez invitado a un Congreso de Artesanos, en mi calidad Vice-presidente para América Látina del Consejo Mundial de las Artesanías dependientes de la Unesco. No viajé los países sudamericanos por el militarismo feroz que existía y que todavía se hace sentir, aunque ha aflojado bastante. Lo siento que nos privamos de conocer esa región puesto que son países muy bellos con un idioma y raza común con nosotros los mexicanos.

El Maestro Chávez ha realizado mas de 20 obras monumentales, decorando edificios públicos y privados. Entre sus obras más importantes están las siguientes: 3 tableros en el Centro Escolar Hidalgo, en la Colonia Santa Julia; los murales del cubo en la escalera de honor de la Alhóndiga de Granaditas, con el tema “La Liberación de la Independencia”; los murales en mosaico de vidrio veneciano en la Facultad e Instituto de Ciencias de la Ciudad Universitaria, especialmente “El regreso de Quetzalcóatl”; los relieves del Centro Médico del IMSS; el cancel de bronce de la galería “La lucha del pueblo mexicano por su libertad”, en el Bosque de Chapultepec; la fachada en mosaico de piedra y vidrio de los laboratorios Ciba, en la Ciudad de México; la fachada de la Escuela Normal de Jalisco en piedras policromas, y el cancel de bronce del monument a Juárez, ambos en Guadalajara; y la columna que soporta la techedumbre del patio del Museo Nacional de Antropología.

Tengo una larga carrera de muralista, lo mismo pintando que haciendo mosaicos, en los que utilizo elementos de bronce, a la vez que pinto caballetes.

Se radica en su estado natal

El matrimonio Chávez Morado se establece en Guanajuato a finales de los sesenta. El maestro dirigió por diez años el Museo de la Alhóndiga de Granaditas, al cual convirtió en un importante centro de material arqueológico, histórico, artesanal, pictórico, escultórico y fotográfico.

Olga y yo vivimos muy bien, hicimos mucha obra. Teníamos una casa muy hermosa en Coyoacán, que es una región may bella del sur de la Ciudad de México, pero me cansé de estar allí.

Vista más amplia de uno de los murales pintados por el Maestro Chávez Morado.

Fui llamado para pintar los murales en el Museo de Antropología de la Alhóndiga dc Granaditas, un lugar que para nosotros es un santuario. Tardé dos años haciéndolos. Los de la escalera principal los llevé a cabo en el one 55, los segundo los realicé en el 66. Fui director de ese museo cuando todavía no lo era. Trabajé en la dirección sin dejar de pintar.

Fueron diez años de una labor de investigación, ya que para hacer museos hay que buscar calecciones. Cuando encontré la Alhóndiga estaba vacío, había sido cárcel desde Ia época de Maximiliano. Por diez años busqué fotografías, documentos, libros; organicé todo a la vez. Creo que el artista puede expresarse en otras maneras también y el hacer museo es una forma de expresión artística. Mi exposa y yo, con la ayuda de un gobernador amigo mío fundamos también el Museo del Pueblo de Guanajuato.

Cuando recién me case traje a Olga a conocer Guanajuato, en ese entonces el estado pasaba por una crisis tremenda, ya que lo único que sostenía la economía era la minería, existiendo en ese entonces un conflicto porque se habta formado el Sindicato de Mineros. Los dueños de las minas eran norteamericanos que ya casi no las trabajaban terminando por dejarlas abandonadas. Era tan pobre Guanajuato qua se padía comprar una casa en la plaza principal por diez mil pesos. Cuando vine en el 55 ya no era así, pero seguía siendo una ciudad pobre, el turismo no existía.

La pena que siente por la pérdida de su esposa se ha manifestado varias veces durante esta entrevista.

Hermosa vista de Guanajuato

La vida fue buena conmigo, lo único que ha sido duro para mí es la muerte de mi compañera. Estuvimos casados desde el 35 hasta febrero de este año. Ella fue una gran pintora, su obra es considerada como tal, ambos recibimos el Premio Nacional de Artes, que es el mayor que se le puede dar a un nacional.

El Maestro Chávez resumió en dos horas casi toda una vida, habló de sus sueños, porque cada obra nace de una idea que se alimenta con amor, con la ilusión de verla terminada. Para él fueron sueños hechos con la mente, con el corazón y con sus manos así lo expresa en silencio pero emotivamente a través de sus gestos.

Una vida fructífera

– ¿Cómo resume estas seis décadas de su vida dedicada al arte?

Fructíferas. Tuve la oportunidad de tener el don de poder dibujar y reproducir lo que veo e imagino. Tuve además el don de tener una compañera que me apayó. Nuestros caminos se encantraron y los recorrimos juntos, gocé de su compañía. En mi mente sigue grabada su beIleza, porque fue una de las mujeres más bellas que he conocido y al irse ella siento que la vida se acabó…

Una parte de la vida del Maestro Chávez Morado ha terminado al fallecer su esposa, sin embargo la proyección e importancia de su trabajo junto con el de su esposa crece y seguirá creciendo con el tiempo. El trabajo de ambos es un legado que pertenece a todos y muestra de ello es la donación del Museo Olga Costa y José Chávez Morado, hecha al Gobierno del Estado de Guanajuato. Por su valor incalculable, ha contribuido a aumentar considerablememe el patrimonio cultural de ese estado.

Actualmente el curriculum del Maestro Chávez se encuentra en manos del Director de Bellas Artes de México, quien lo está estudiando para presentarlo a la OEA como candidato para el premio Gabriela Mistral.

Medalla al Mérito Ciudadano

Reiniciando su labor. Muralista José Chávez Morado

Al cierre de esta edición recibimos una llamada telefónica del Lic. Desmond O’shaughnessy, de la Oficina de Turismo de Guanajuato, comunicándonos que por iniciativa de la Cámara de Diputados de Estado, el 15 de este mes, en una sesión solemne se hará la entrega por primera vez, de la Medalla al Mérito Ciudadano “Miguel Hidalgo y Costilla”, a 12 hombres y mujeres ilustres del estado. Entre ellos recibirá el galardón el Maestro José Chávez Morado y como homenaje póstumo el muralista Diego Rivera y la pintora Olga Costa, entre otros.

La entrega de esta presea es una distinción que Guanajuato hace a sus ciudadanos que en diferentes campos del saber se han destacado y han recibido a nivel nacinal e internacional el reconocimiento que su obra merece. Se honra así, una vez más, a quienes de una manera u otra han establecido, con su dedicación y creatividad, una imagen de permanente superación intelectual, del estado y del país.

El reconocimiento internacional del Maestro Jose Chávez Morado y de su esposa Olga Costa tuvo lugar hace muchos años, prueba de ello son sus múltiples exposiciones en países extranjeros, así como la serie de libros que sobre sus trabajos han sido publicados. Él seguirá siendo objeto de homenajes de quienes admiran y reconocen su valor como una de las leyendas vivientes del muralismo mexicano, mientras en su nativo Guanajuato él continúa creando, acompañado del recuerdo y la añoranza de la que fue su compañera por 58 años.

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¿Hasta que la Muerte nos separe? (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/2875-2/ https://dod.mmediaweb.com/2875-2/#respond Wed, 20 Feb 2019 01:21:43 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2875
Julie Sopetrán.

¿HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE?

Calaveritas

Una mañana de Octubre

Don Luto se enamoró;

de María la Delgada

que a la Iglesia la llevó.

 

La Sin Dientes dijo sí

y de negro se casaron;

en el libro de los vivos

Flaca y Don Luto firmaron.

 

La Fregada al sonreír

exhibió todos sus dientes;

y del susto desmayaron

algunos de los presentes.

 

Guapos estaban los novios

exhibían sus amores;

y al besarse destiñeron

de negro todas las flores.

 

El sol se nubló al instante

y anocheció de repente;

de tanto que se querían

aquello fue un referente.

 

La Fregada, se fregó

Polveada su Osamenta;

pues quería ver el sol

porque no estaba contenta.

 

Don Luto que en la tiniebla

reconstruyó su castillo;

de la noche a la mañana

se convirtió en un caudillo;

que se arruinó de repente

por la crisis del ladrillo.

 

Y María la Delgada

que tenía aires de fiesta;

le propuso retirarse

llevando la noche a cuestas.

 

Como se querían tanto

y aquel cura los juntare;

decidieron vivir siempre

sin que nadie los separe.

 

Los hijos desperdigados

vagabundean las nieblas;

y dicen que andan perdidos

por las inmundas tinieblas.

 

Viven Luto y la Delgada

muy cerca del cementerio;

y parece que los dos…

han cometido adulterio.

 

©Julie Sopetrán

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La Loca Chingada (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/la-loca-chingada-calaverita-literaria/ https://dod.mmediaweb.com/la-loca-chingada-calaverita-literaria/#respond Wed, 20 Feb 2019 01:13:57 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2872
Julie Sopetrán.

LA LOCA CHINGADA


Hoy me enteré que a la muerte

le gustan los girasoles;

se los pone como adorno

cuando pasea la noche.

Viste de mármol marrón

callejea por las calles;

patea todos los zocos

ostentando sus collares.

Altiva, esbelta, ajustada

de caderas y cintura;

encubre tras su pamela

desmedida dentadura.

Cuello largo, dedos finos

ojazos de calavera;

ella se cree muy guapa

pero te digo que es fea.

Para adornar su semblante

la vemos con dos aretes;

de esa manera se alegran

un poco sus pareceres…

Pero el cuello la delata

con sus argollas huesudas;

aunque se ponga colgante

no adorna su desmesura.

Y también lleva pulseras

hechas de barro macizo;

destacando en su apariencia

el sujetador postizo…

Así es la Loca Chingada

no te fíes de su aspecto;

porque va muy ataviada

disimulando sus huesos.

©Julie Sopetrán

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La Diva del Tiempo (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/la-diva-del-tiempo-calaverita-literaria/ https://dod.mmediaweb.com/la-diva-del-tiempo-calaverita-literaria/#respond Wed, 20 Feb 2019 01:00:50 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2868
Julie Sopetrán.

LA DIVA DEL TIEMPO

 

La muerte es tan ostentosa

que hasta se pone sombrero;

pa lucirlo por la calle

cuando se va de paseo.

 

Con sus cejas arregladas

y su estola sobre el hombro;

se para por las esquinas

para arreglarse los ojos.

 

Lleva vestido de flores

y collar anaranjado;

y le sobra cinturón

aunque lo lleve apretado.

 

En sus orejas huesudas

lleva dos colgantes rojos;

y parece una modelo

que se va cayendo a trozos.

 

El guante bien ajustado

entre sus manos mortuorias;

con la boca semiabierta

reclama misericordias…

 

Tres rosas en el sombrero

adornan su arquitectura;

y es que no tendría gracia

si se quedara desnuda.

 

Y sin poder evitarlo

se le ven todos los huesos;

porque es en la pasarela:

¡Ella! La diva del tiempo.

 

©Julie Sopetrán

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La Calaca de mi Barrio (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/2861-2/ https://dod.mmediaweb.com/2861-2/#respond Wed, 20 Feb 2019 00:47:43 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2861
Julie Sopetrán.

LA CALACA DE MI BARRIO

Con traje de faralaes
mantón y corte gitano;
La Flaca muestra su talle
que es a la vez mexicano.
De amarillo se ha vestido
la Calaca de mi barrio;
con el volante ceñido
y muy pintados los labios.
Sonríe de lado a lado
y nos enseña los dientes;
con los ojos sombreados
y las pestañas salientes.
Sombrero lleno de rosas
y melena sobre el hombro;
por donde pasa La Flaca
causa admiración y asombro.
Una sobrefalda negra
dos rosas en la cadera;
y si la miras de frente
no parece Calavera.
Qué tantito se ha pintado
si hasta sus uñas rosadas
hacen juego con las flores
donde se van las miradas.
Dedos largos, el escote
y el negro de su toquilla;
realzan el amplio escote
donde exhibe sus costillas.
Cuidando mucho su pose
y sin perder la ocasión;
La Catrina Garbancera
se dirige al Panteón.
Cuida el paso, luce cachas
mueve bien las posaderas;
y ajusta con buena traza
todas sus partes traseras.
Y así, vestida de otoño
y amarillo gatuperio;
la Calaca de mi barrio
se planta en el cementerio.

 

©Julie Sopetrán

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Catri Enamorada (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/catri-enamorada-calaverita-literaria/ https://dod.mmediaweb.com/catri-enamorada-calaverita-literaria/#respond Wed, 20 Feb 2019 00:21:50 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2847
Julie Sopetrán.

CATRI ENAMORADA

De tanto andar y mirar

La Catri se echó pa alante;

se enamoró de un galán

parecido a Pedro Infante.

 

Bien plantao y con chistera

y la chaqueta de gala;

paseando por El Zoco

parecían dos cigalas.

 

Una pareja envidiable

en tiempos de tal gordura;

parecían dos sabuesos

salidos de sepultura.

 

Catri lucía su anillo

él sus bigotes muy negros;

ella pestañas rizadas

él con su blanco pañuelo.

 

Todo el mundo los miraba

eran la envidia del pueblo;

porque ella era La Pelona

y él hace que había muerto.

 

©Julie Sopetrán

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La Pecadora (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/la-pecadora-calaverita-literaria/ https://dod.mmediaweb.com/la-pecadora-calaverita-literaria/#respond Wed, 20 Feb 2019 00:13:32 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2842
Julie Sopetrán.

LA PECADORA – Calaca  2017

 

Estos días de esqueletos
prehistórica y activa;
La Muerte vino a decirme
que aunque vieja, está muy viva.
Pasea por los incendios
como si fuera bombera;
y se hace amiga del viento
para llevarse a cualquiera.
Se adentra en los huracanes
con su guadaña de acero;
y destruye al que se ponga
debajo, del aguacero.
Por aluviones navega
su barquita es la guadaña;
la corriente la pasea
por los lugares que daña.
Sonríe donde no llueve
la sequedad la seduce;
disfruta viendo morir
cualquier flor que se le cruce.
Se para en la carretera
provoca los accidentes;
y lo que menos la importa
es que se muera la gente.
Va por la tierra y el aire
persigue a pobres y a ricos;
cuando despista al piloto
la nave se vuelve añicos.
La muerte no se resiste
guerrera y provocadora;
la Iglesia la dignifica
pero es una Pecadora.
¿Y por qué a mi me castigan
cuando amo con vehemencia
y luego la muerte libre
se queda sin penitencia?
Porque soy la tradición
tengo instinto de protesta;
desciendo de Eva y Adán
y el pecado… me molesta. 

©Julie Sopetrán

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En la Calle (Calaverita Literaria) https://dod.mmediaweb.com/en-la-calle-calaverita-literaria/ https://dod.mmediaweb.com/en-la-calle-calaverita-literaria/#respond Tue, 19 Feb 2019 23:58:30 +0000 http://dayofthedead.com/?p=2839
Julie Sopetrán.

EN LA CALLE  – Calaca

 

Tres amigos se encontraron
para hablar de cualquier cosa;
se sentaron en un banco
dejando abierta la losa…
Sin un pelo en la cabeza
deshuesados y sonrientes;
se lo pasaban fetén
viendo pasar a la gente.
Uno de ellos se fijaba
en una guapa mozuela;
que perdía sus andares
por la estrecha callejuela.
El del centro suspiraba
recordando su vivencia;
y hasta quería volver
al sueño de la existencia.
El tercero acobardado
mirando al suelo pensaba;
que era mejor estar muerto
que mirar lo que pasaba:
un niño muerto del hambre
un político ladrón,
un emigrante sin casa
y cuántos… sin corazón.
Los tres se sintieron tristes
y a la tumba regresaron;
la losa quedó cerrada
y del mundo, se olvidaron. 

©Julie Sopetrán

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